Tengo que reconocer que el camino ha sido difícil para las tres, pero si de algo puedo dar certeza es que nosotras amamos el periodismo, siento que el periodismo es la pasión que mueve nuestras vidas.
Monserrat y Daniella no forman parte de la generación con la cual ingresé a la Comunicación, pero con ellas he podido establecer un grado de empatía y amistad muy especial.
Cuando hablamos del quehacer periodístico muchas personas piensan en televisión o en radio, pero nosotras estamos comenzando a aventurarnos en un nuevo espacio, Internet, y no es que no hayamos estado relacionadas con la Red, sino que la forma ha sido un poco distante. Todas estamos involucradas en su uso, pero no hemos todavía sacado todo el provecho a las posibilidades que este versátil mundo nos ofrece.
El reto que tenemos por delante es modificar los modelos que a través de cada uno de los cursos se nos han ido transmitiendo. Y no es que pongamos en duda la validez de la teoría, pero si algo tenemos claro es que queremos aprovechar esta oportunidad al máximo pues los cursos prácticos son pocos en esta carrera y la actualización en el uso de las nuevas tecnologías debe ser constante.
Dentro de las funciones que estamos desarrollando como comunicadoras, y más específicamente como periodistas digitales es necesario que tengamos claro cuál es nuestra función, la responsabilidad social que tenemos y los retos para los que debemos encontrar día a día propuestas innovadoras.
El periodista digital según Quim Gil tiene que romper con la comunicación lineal y unidireccional, situación que implica cambios en cuanto a las funciones tradicionales desempeñadas en el periodismo. Debemos generar procesos de comunicación multimedia, multilineal e interactiva. La comunicación es ahora de tú a tú.
Los nuevos espacios mediáticos exigen a los comunicadores una alta especialización y una capacidad creadora que les permita desarrollar propuestas innovadoras capaces de mejorar y trascender las ya existentes.
Monserrat y Daniella no forman parte de la generación con la cual ingresé a la Comunicación, pero con ellas he podido establecer un grado de empatía y amistad muy especial.
Cuando hablamos del quehacer periodístico muchas personas piensan en televisión o en radio, pero nosotras estamos comenzando a aventurarnos en un nuevo espacio, Internet, y no es que no hayamos estado relacionadas con la Red, sino que la forma ha sido un poco distante. Todas estamos involucradas en su uso, pero no hemos todavía sacado todo el provecho a las posibilidades que este versátil mundo nos ofrece.
El reto que tenemos por delante es modificar los modelos que a través de cada uno de los cursos se nos han ido transmitiendo. Y no es que pongamos en duda la validez de la teoría, pero si algo tenemos claro es que queremos aprovechar esta oportunidad al máximo pues los cursos prácticos son pocos en esta carrera y la actualización en el uso de las nuevas tecnologías debe ser constante.
Dentro de las funciones que estamos desarrollando como comunicadoras, y más específicamente como periodistas digitales es necesario que tengamos claro cuál es nuestra función, la responsabilidad social que tenemos y los retos para los que debemos encontrar día a día propuestas innovadoras.
El periodista digital según Quim Gil tiene que romper con la comunicación lineal y unidireccional, situación que implica cambios en cuanto a las funciones tradicionales desempeñadas en el periodismo. Debemos generar procesos de comunicación multimedia, multilineal e interactiva. La comunicación es ahora de tú a tú.
Los nuevos espacios mediáticos exigen a los comunicadores una alta especialización y una capacidad creadora que les permita desarrollar propuestas innovadoras capaces de mejorar y trascender las ya existentes.
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